El alto comisionado de la ONU para los refugiados, Filippo Grandi, manifestó su preocupación por la situación regional, considerada hasta hace poco medianamente estable, tanto por las acciones de grupos armados en Centroamérica, como por la situación en Venezuela.
«Tenemos una crisis en una región del mundo que hasta hace unos pocos años creíamos que había logrado una relativa estabilidad», dijo Grandi este miércoles durante la presentación en Berlín del informe anual de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
Grandi se refirió específicamente a la situación de Venezuela, donde se está viviendo una «crisis muy específica» que ha producido una migración de cuatro millones de personas.
No todos ellos son refugiados, dijo Grandi, pero muchos de ellos huyen de situaciones de violencia y necesitados de protección a países vecinos.
Precisamente los países vecinos de estos conflictos son los que sufren un mayor impacto, en el caso de la crisis venezolana, Colombia, recordó.
En ese sentido subrayó que el número de personas desplazadas en países ricos es «muy pequeño», lo cual es «obvio», agregó, porque «la mayoría de estas crisis no tienen lugar en la parte rica del mundo, sino en países pobres y de renta media» y los afectados huyen a los estados vecinos.
Por eso criticó que cuando esta crisis llega al primer mundo, «con frecuencia se manipula por razones políticas», y se presenta a los refugiados como una «invasión» y una «amenaza» a los valores, lo que a su vez ha dado lugar a un cierto «consenso» y ha permitido sumar votos en las elecciones, reseñó EFE.
También destacó lo que ocurre en Centroamérica, donde la violencia de pandillas armadas han provocado un éxodo de miles de ciudadanos hacia México y Estados Unidos.