Es común escuchar a la gente decir ¨un diente de ajo debajo de la lengua es bueno para la tensión¨. Un dicho que se vuelve realidad por lo costoso que se encuentran los antihipertensivos en la farmacias de Venezuela.
Acudir de forma obligada a la medicina alternativa es para el presidente de la Federación Farmacéutica, Freddy Ceballos, una sentencia de muerte para los pacientes. Muchos sometidos a un salario mínimo que no cubre sus necesidades teniendo que escoger entre comer o medicarse.
¨No se pueden medicar los pacientes simplemente porque el valor promedio del medicamento ya alcanza o sobrepasa el salaro mínimo. El pueblo esta pasando hambre y el gobierno se cree dueño de la verdad y los pacientes lo están pagando con su vida¨.
Ceballos denunció que quienes padecen enfermedades graves tratan de alargar sus tratamientos tomando menos dosis. En algunos casos de dos o tres pastillas solo se toman 1 para tener más días de tratamiento. En el caso de los hipertensos esta práctica es una sentencia de muerte y de otras patologías es simplemente agravar el pronóstico.
El representante de los farmacéuticos informó que incluso en los hospitales se está implementando la reducción de la dosis de los tratamientos indicados.
¨En los centros de salud le administran menos cantidad. Se aplica una dosificación que no es correcta y eso alarga la curación, ningún paciente va a sanar con esta situación. Lo que vemos a diario es un aumento de accidentes cerebrovasculares¨.