Carlos Oliva, ministro de Economía y Finanzas de Perú, explicó que este desplazamiento de venezolanos ha tenido dos tipos de impactos: positivo por el lado del producto bruto interno (PBI) y demanda interna; y negativo por el lado de la formalización de los trabajadores y la provisión de los servicios básicos.
«Uno debería ver la foto completa, más allá de que a alguno le pueda afectar estos impactos. Definitivamente hay un impacto positivo por el lado de la demanda interna. Que vengan 800.000 venezolanos ayuda. Hay un impacto positivo sobre el PBI. Sucede lo mismo en Chile”, indicó.
Señaló que este efecto que existe en el mercado laboral es, quizás, el más notorio. La mayor competencia que genera tener a aproximadamente 500.000 nuevos trabajadores, y la gran mayoría en Lima, no permite, por ejemplo, que los sueldos crezcan.
La adaptación
Las cifras de la Superintendencia Nacional de Migraciones peruano revelaron que en 2016 había en Perú 8.160 venezolanos. En 2017, la cifra se elevó a 109.800, mientras que para 2018 el número superaba los 660.700.
Actualmente, la cantidad de venezolanos en Perú se ubica en más de 800.000. Según el ministro Oliva, su país ha entrado en un proceso de adaptación a la migración.
Los servicios básicos como salud o educación son los primeros que muestran problemas, puesto que hay, según el funcionario, al menos 300.000 niños que exigen atención médica y que deben asistir a los colegios.
Con más de 800.000 venezolanos que toman como destino al territorio peruano, el Gobierno implementó este sábado, oficialmente, el requisito de visa humanitaria para que los migrantes ingresen al país.