La estatal petrolera rusa Rosneft se ha convertido en el mejor amigo del régimen. A medida que Estados Unidos cerca a Maduro, la compañía sigue afianzándose como el gran proveedor de gasolina para Venezuela.
Esta circunstancia le ha dado a Moscú una influencia sin precedentes sobre Venezuela, escenario de una lucha política entre el chavismo y la oposición.
Según Financial Times, Rosneft suministró las importaciones enteras de gasolina del mes de junio, ante la ausencia de otras empresas que han decidido dejar de negociar con Venezuela ante el temor de las sanciones.
Ocho cargas de gasolina por un total de 1,7 millones de barriles organizados por Rosneft Trading, se cargaron en transferencias de barco a barco que se realizan en alta mar cerca de Malta, Gibraltar y Aruba, según los documentos que maneja el portal.
“Los suministros de gasolina de Venezuela dependen de Rusia”, dijo una persona familiarizada con el acuerdo de suministro. “El día que Rusia deja de suministrar gasolina, Venezuela se detiene”.
Otra persona con conocimiento de los envíos dijo que eran “una operación puramente comercial” basada en “contratos previamente acordados”.