Ellos sienten que no han sido tomados en cuenta. A diario ven cómo unos cuantos trabajadores de Pdvsa llegan, limpian y se van, pero aún quedan restos de aceite y combustible en la costa de Palma Sola, donde aún no se acercan los peces tras el derrame de Fuel Oil desde una tubería de Planta Centro, en el municipio Juan José Mora de Carabobo, durante el apagón nacional del lunes 22 de julio. Desde esa fecha, pescadores y comerciantes del lugar tienen sus actividades paralizadas.
Las pérdidas han sido totales. «Nosotros nos dedicamos a esto par poder vivir y mantener a nuestras familias, pero nos tienen a la buena de Dios. A la gente de Pdvsa y Corpoelec no les importa si nosotros comemos o no mientras ellos tengan su salario en el bolsillo», expresó una quiosquera del balneario que no ha podido abrir otra vez.
Son más de 40 pescadores y 30 comerciantes que se han visto afectados por esta situación que no ha culminado, de acuerdo a la inspección que realizó el bloque parlamentario de la Asamblea Nacional por Carabobo la mañana de este viernes.
«Esta gente no ha podido activar su actividad económica y nadie les dice nada, no les dan respuestas», aseguró el diputado Marco Bozo, acompañado por los también legisladores Deyalitza Aray y Ángel Álvarez Gil.
Trascendió que hay niños de las comunidades cercanas que se bañan en la orilla que aún tiene restos de combustible, sin que ninguna autoridad les diga algo. «En las piedras es visible todavía el combustible derramado producto de la irresponsabilidad del régimen y la incompetencia de quienes dirigen las empresas del Estado».
Hasta ahora no se ha presentado ningún balance que dé resultados del impacto ambiental. Por los rompe olas se observaron, los días siguientes al evento, cangrejos y peces muertos, tapiados de fuel oil, mientras que la mancha negra se perdía de vista sobre el mar hacia el este, con dirección a la costa del estado Falcón.