Argentina se ha convertido en el sueño de los venezolanos que han tomado la dura y difícil decisión de emigrar de su tierra. Más de 7.000 kilómetros separan a Caracas de Buenos Aires, La París de Latinoamérica, La Ciudad de la Furia. ¿Cuál es el encanto que tiene Buenos Aires? ¿Por qué tantos venezolanos escogimos empezar de cero en este lugar?
Hay muchos motivos, pero considero que solo siete de ellos, resumen el por qué escoger argentina.
El primer motivo es el más fácil, el que seduce a los venezolanos: estar legal. Venezuela pertenece al Mercosur (Mercado Común del Sur). Aunque actualmente se encuentra con carácter de “miembro suspendido”, los ciudadanos venezolanos no hemos perdido los beneficios de pertenecer al Mercosur. Por el simple hecho de pertenecer a este organismo los venezolanos pueden optar por una residencia temporaria por dos años con pocos requisitos, como no tener antecedentes penales en Venezuela ni en Argentina y tener en el pasaporte el sello de entrada al país y un certificado de domicilio. Pero eso no es todo, pues también goza de tasas preferenciales para trámites migratorios, mientras un ciudadano de un país miembro del Mercosur paga aproxiadamente 3.500 pesos argentinos (USD 79), un ciudadano no Mercosur debe pagar 6.500 pesos argentinos (USD 148).
¿Hay trabajo? Segundo motivo. Los venezolanos venimos huyendo de una situación catastrófica; cualquier persona, no importa su profesión, al bajarse del avión o del autobús, al menos hoy en día, conoce a alguien que lo ayuda a conseguir “un resuelve”. Muchos mentimos en “ese resuelve” con la típica frase que caracteriza a los venezolanos en Buenos Aires: “Yo no sé mucho de eso, pero aprendo rápido”, lo cual termina ocurriendo. Abogados que se vuelven expertos en pizzas, profesores que se convierten en heladeros, contadores en repartidores de folletos, diseñadores en niñeras y pare de contar. Ninguno se queja, solo sonríe y cuando llega la oportunidad que estaba esperando, simplemente se marcha y continua.
¿Pero con tantos venezolanos, en Buenos Aires, no hay xenofobia?. Tercer motivo. La xenofobia puede existir en cualquier parte del mundo y de lo cual puede ser objeto cualquier extranjero, y Argentina no es la excepción. Los argentinos suelen tener fama de agrandados y engreídos, cosa que resultó ser pura palabrería y cuentos de camino. Han sido los más solidarios con los venezolanos, muchos te dan trabajo sin tener papeles porque saben que quieres trabajar y necesitas ayudar a tu familia. También son compresivos y se preocupan por la situación de Venezuela. Les molesta la xenofobia, la odian por así decirlo, la mayoría son hijos o nietos de extranjeros. Si llegan a ver a alguien molestando o queriendo humillar a una persona por ser extranjero, son capaces de encararlos. De hecho, existe un instituto dedicado a monitorear y apoyar al extranjero si es víctima de xenofobia, el conocido Inadi. Su pagina web: https://www.argentina.gob.ar/inadi
¿Dónde queda el compartir y las reuniones? Sin duda, la fiesta y la diversión de ir a La Guaira, Morrocoy, Higuerote, Sucre o a la isla de Margarita es inigualable e incomparable con todos esos recuerdos que se dejan atrás, al igual que las sopas, los tostones y los pescados quedan en el recuerdo. Pero por eso el cuarto motivo es el ritual del mate y el asado argentino. El mate es una bebida que se suele tomar para compartir. Generalmente se consume para compartir con una o un grupo de personas. Si te interesa saber más de esta tradición puedes leer http://www.caraotadigital.net/opinion/el-mate-argentino-por-deivy-garrido/ Por otra parte está el asado argentino, es la manera de juntarse para ver un partido de futbol o simplemente compartir. Si es tu primer asado, serás el primero en probar todo y te preguntaran mil y una cosas.
Pero uno se pregunta mil cosas también: ¿Y las fiestas, voy a poder salir? Quinto motivo. Al menos la ciudad de Buenos Aires se conoce por su vida nocturna. Hay para todos los gustos, desde restaurantes que abren hasta la madrugada si quieres comerte un postre, bares con cervezas artesanales, los famosos boliches de Palermo (discotecas), plazas completamente iluminadas para simplemente sentarte a relajarte y hasta gimnasios que abren a las cinco de la mañana y cierran a las once de la noche.
¿Pero Argentina no está atravesando una recesión, por qué irme para allá? Sexto motivo. Quizá hace dos años la economía y el salario en Argentina era uno de los mayores atractivos para los venezolanos. Actualmente, en el post 2018 de Macri, luego de la devaluación, la deuda con el FMI, la inflación, el riesgo país, finalmente se comienzan a ver señales de mejora en la economía de Argentina. Si bien hay una crisis en marcha que pareciera que comienza a ceder con todas las políticas económicas implementadas en 2018, un venezolano promedio que consigue un “trabajo en negro”, necesita al menos 5.000 pesos para pagar una habitación, 3.000 pesos para hacer mercado, 1.500 para transporte, un total de 9.500 pesos. Hoy en día el salario mínimo es de 12.500 pesos, aunque en muchos de estos trabajos pagan por encima de los 15.000 pesos, con lo cual muchos venezolanos afirman que “para empezar no está mal, mientras me sale algo de lo que estudié”.
Hay fiesta, asados, trámites y no hay discriminación: ¿Qué falta? El dólar libre y un presidente que no comulga con las ideas del socialismo. Séptimo motivo. Desde la llegada de Mauricio Macri fue levantado el cepo cambiario (una especie de Cadivi), por lo que hoy en día cualquier persona puede comprar o vender dólares, sea por medio de un banco o casas de cambio.
Argentina, especialmente Buenos Aires con sus toques, sus increíbles edificios antiguos bien cuidados que se saben mezclar con la modernidad de Puerto Madero, nos ha abierto las puertas a más de 130.000 venezolanos, “el país de la gente agrandada” resultó ser el país de la gente solidaria.
¡Nos vemos la próxima semana!
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